Debido al gran número de participantes, fue necesario dividir a la delegación en dos hoteles. Una parte se instaló en el elegante Dallas Center, mientras que el resto encontró su hogar temporal en el Hotel Astro. Tras dejar sus pertenencias en las habitaciones y descansar brevemente, los deportistas se dirigieron al Primo Ristorante para compartir un almuerzo especial: ñoquis con salsa bolognesa, una auténtica comida reconfortante para cargar energías antes del inicio de las competencias.
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