En realidad, no sé si sentí que mi cuerpo no representaba mi ser. Mi identidad se fue construyendo a lo largo de toda mi vida, y la imagen de mi cuerpo recién comenzó a importarme en la adolescencia, y obviamente construida bajo una norma muy hegemónica, yo sentía que había cambios que mi cuerpo iba a tener que yo no quería, porque todo lo que sentía que me gustaba se refería a lo masculino.
Durante mucho tiempo escondía tanto mi cuerpo como mi identidad abajo de la ropa grande, porque tenía mucho pecho, me comencé a fajar, le hice mucho daño a mi cuerpo. Creo que cuando asumí mi identidad trans* sentía la necesidad URGENTE de operarme el pecho, era mi mayor deseo, ya que sentía que la gente de esa forma iba a respetar mi identidad, sacarme las mamas y que se me engrosara la voz quería.
Hoy en día, que logré mucho más de lo que esperaba respecto de mis cambios físicos, estoy feliz, porque vinieron acompañados de un crecimiento personal INMENSO, en el que puedo decir con seguridad, que la identidad va mucho más allá de lo físico, pero lo físico es fundamental para la salud mental de muches.
Realizá tu Comentario